Saturday, October 14, 2017

La Literatura de Nueva York

Escena 1

Nació y creció en Manhattan. Llevó a su novia a un café y le dijo que se marchaba.

-¿A dónde vas?

-Empezaré por México. En un año quisiera estar en Buenos Aires.

-Ya sé… No puedes escribir desde aquí…

-La literatura aquí no se vive, solo se escribe. Han asesinado a esta ciudad con tratados sociales y literatura moralista.

-Eso es una grandísima idiotez - Finalmente ella perdió la calma con la que lo había tratado por mucho tiempo y lo insultó - Un escritor escribe desde cualquier lado lo que le da la gana, eres un estúpido.

Sin decir nada, él termino su café y se marchó. Llevaba los pantalones estrechos, una maleta con ropa, una libreta, una pluma y un martillo.

Escena 2

En Tepoztlán, México, una muchacha iba en su bicicleta cuando un conductor no paró en la roja y la atropelló, se bajó de su carro y comenzó a agredirla. Nuestro héroe la vio sangrando en el asfalto y le clavó el martillo en la cabeza al conductor. Se hizo silencio por fin. El escritor se acercó a la muchacha y estuvo a su lado hasta que aparecieron los paramédicos, entonces se echó a correr.

Escena 3

Claro que eventualmente terminó en la cárcel condenado por quince años, de los cuales le quedan catorce. La muchacha atropellada lo va a visitar todos los días. A veces va en una silla de ruedas.

Claro que están enamorados. Cuando él tenga 37 y sea libre ella tendrá 38. Él escribe: “la literatura de Nueva York está dormida, habrá que despertarla desde Tepoztlán.”
Leer Más!

Friday, March 24, 2017

Diario de Yatzil

13 de enero del 2017

Hoy conté 5 idiomas, 15 tonalidades de piel, y 128 caras diferentes. Los hombres de ahora son enormes, como lo era Tanok. Pienso mucho en Tanok, nuestro mejor guerrero, el más curioso de los mayas, gracias a él supimos de la mina de Jade, gracias a él conquistamos las tres ciudades. Imagino como Tanok destrozaría a todos estos visitantes en medio de la selva. Extraño verlo correr entre los árboles, perderse detrás de un matorral minúsculo y aparecer como un jaguar por detrás para sacarte el cerebro.

Pero no deseo que Tanok descuartice a esta gente. Llevamos 1000 años solos en esta cueva y estos visitantes me mantienen despierto. Estudio sus idiomas, escucho sus tonterías y a veces viene alguno de alma visible y poderosa. Desearía que uno de ellos muriese aquí para tener compañía nueva.

Yo fui el último en ser sacrificado, cuando ya casi todos se habían ido de nuestra ciudad, muertos de dolor y de hambre. Recuerdo cuando rompieron mi espalda, con mis manos rotas alcé mis brazos y vi por primera vez las almas de mis 6 compañeros, sacrificados antes. No había esperanzas. Lo primero que hice fue preguntarles si habían hablado con Hunahpú. Aquí no hay héroes ni dioses, me dijeron, después nos quedamos solos por 1000 años.

Cuando se van las luces de los turistas me dan ganas de salir de esta cueva, ver el sol otra vez, estar entre campos sembrados, correr en la selva. Pero sé que si lo hago los dioses estallarían de furia, terminaría la vida, moriría mi raza. Sé que las cosas no van bien, la mayoría de los que vienen a verme no son mayas, pero sé que todavía existimos pues los escucho hablar de sus familias y de otros que todavía siembran y luchan.

Vienen a fotografiarme, hablan de mi esqueleto como algo absurdo, dicen que soy muerte inútil, un sacrificio a dioses que no existen. No todos piensan así, hay algunos mayas, como el guía Elmo, siempre de pocas palabras, que sabe que está vivo gracias a mí y a mis compañeros. Todos están vivos gracias a mi muerte. Hablan de mi ciudad, de mis pirámides, de mi sexo, de mis dientes. Dicen que mi ciudad no existe, pero yo sé que van a verla, sé que muchos viven en ella, lo veo en los ojos de Elmo y de Cesar. Mi ciudad ya nunca dejara de existir, mi sexo era el del macho y de la hembra, yo era todos y eso lo supo Tanok antes que nadie, por eso le di de beber mi sangre. Mis ojos nunca estuvieron cruzados.

Yo los salvé a todos y ahora ya no hacen sacrificios en esta cueva, los dioses se han ido de aquí. Reciben sangre en algún otro lugar. Pero no pierdo la esperanza.
Leer Más!

Tuesday, January 31, 2017

_| Travesía

Considero que los siguientes son los ingredientes para una historia de aventura perfecta

- un viaje

- un lobo

- dormir poco

- algo perdido, se busca, no se sabe qué es

- un pasado nublo, sórdido, incomprensible, que no deja en paz la mente del protagonista

El lobo tiene mente de hombre, no le interesa hablar, es escritor (no se pregunten cómo escribe). Es más alto que un perro pero más bajo que los otros lobos. Es muy delgado, nació en el desierto, Méjico o Tejas.

Llegar a Luisiana le tomo 3 semanas, en la selva durmió cerca de unos cocodrilos inmóviles. En la mañana cazó una ardilla y mientras comía, un cocodrilo joven intento arrebatarle su desayuno pero solo logró dejarle una cicatriz en el hocico.

Se paseó por las calles de Nueva Orleans, todos pensaron que era un perro. Se dejó adoptar por dos semanas por un músico callejero anciano que tocaba la filarmónica. Luego continuó su marcha. En Georgia escucho aullidos como los de sus natal Tejas (o Méjico), recordó a sus amigos muertos. Paso un año en una reserva indígena en donde lo trataron como al más temible de los lobos pues a su llegada se peleó con la más grande de las perras de la reserva y la mordió hasta que cayó al piso, luego se detuvo, no la mató, la perra se recuperó y fue su compañera. Por primera vez probó la carne de venado.

Era primavera y pensó en viajar al sur pero supo que no aguantaría el calor y partió al norte dentro de un camión lleno de trabajadores de la reserva.

Los trabajadores paraban en las ciudades del camino a Canadá, recaudaban fondos y vendían mercancía echa en la reserva. Era otoño y el lobo quedó fascinado con el follaje en las montañas de Vermont. Entre quedarse y seguir decidió quedarse. Descubrió que los animales del área eran tranquilos, apenas cruzaban miradas, hacían el amor en silencio y no se mezclaban con los humanos. Por primera vez probó la carne de langosta.

Pasó el invierno en la casa de verano de algún hombre de empresas. Estaba cómoda, vacía y bien surtida.

Cruzando una pradera de nieve en descongelación recibió un disparo en su pierna derecha. Corrió lo más rápido que pudo a un lago cercano, limpió su herida, nadó a la otra orilla y se echó exhausto al pie de un árbol. Durmió por varios días, comiendo nieve derretida y hierba seca. Un lobo mucho más joven, más alto y más delgado lamió su herida una mañana, le trajo un zorro recién cazado y trató de ayudarlo a levantarse. Pero ya estaba muy débil para comer y levantarse.

La noche antes de morir otros dos lobos jóvenes vinieron a verlo, aullaron a la luna, lamieron su herida, escucharon la historia de su travesía y durmieron a su lado.
Leer Más!

Sunday, January 22, 2017

Historia radicalmente condensada de la vida postindustrial

Cuando fueron presentados, él hizo un comentario ingenioso queriendo caer bien. Ella se rio muy alto, queriendo caer bien. Luego cada uno manejó solo a sus casas, mirando directo al vacío, con la misma mueca en sus rostros.

El hombre que los presento fingía que ambos le caían bien, por la ansiedad de preservar buenas relaciones con todo el mundo. Uno nunca sabia, después de todo, si uno, si uno, si uno, si uno...

David Foster Wallace
Leer Más!