Ahora me siento mejor, creo que ya estaré bien.
Antes de las seis en el aeropuerto,
Me deshice
como las rocas ante el mar.
Esa cara me destruye,
Con sus silencios y cascadas,
tras miradas.
Por algo tuve tiempo,
para desnudar el pequeño corazón,
que ha trabajado demasiado
contra la soledad.
Lo quise ver descansar en mis dedos,
pero el miedo.
Es de naves espaciales y cerezos,
está entre el agua y el aire,
como las olas.
Y me faltan los dos.
Me faltan las nubes,
la lluvia
las flores,
el peligro.
Me falta después de tanto pensar,
lo que le falta al tiempo:
saber donde están los astros
para salvar la luz.
Mientras que a la luz no le falta nada.
genial
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